En el comienzo del segundo trimestre, el grupo de Taller de Teatro del IES Ben Gabirol comenzó a plantearse qué proyecto acometer. Existía la convicción de que tenía que ser algo relacionado con la poesía y, tras varias pruebas de un recital provisional con poemas de diversos autores, nacionalidades y épocas, un profesor de Lengua y Literatura del centro comentó casualmente que este año se celebraba el centenario del nacimiento de Gloria Fuertes.
Cuando los alumnos del Taller y su coordinador comenzaron a indagar en su obra, todos al unísono quedaron entusiasmados, pero no por la vertiente de poesía infantil por la que es tan conocida (muy buena por supuesto) sino más bien por otra veta poética más desconocida y de un valor que nos pareció incalculable. Los actores y actrices en ciernes del IES Ben Gabirol no dudaron ni por un momento que el proyecto de este trimestre tenía que construirse alrededor de estos poemas, que nos parecieron tesoros desconocidos.
Se decidió entonces que la forma que tomaría sería la de un recital diverso trufado de música, o mejor dicho, de una banda sonora, con melodías que recogiesen en cada caso el espíritu de cada poema. Con el tiempo cada uno de ellos fue empapándose e impregnándose de su propio poema, viviéndolo en casa y en los ensayos. Se trataba de que cada actor y actriz lo hiciese propio, por corto o largo que resultase el texto en cada caso. Y fue así como se erigió este humilde homenaje a la poeta madrileña, que decidimos llamar “Gloriosa y Fuerte Música”, representado en tres funciones y dos días en el salón de actos del IES Ben Gabirol. El humilde montaje se coronaba con el canto de un rap basado en versos de la autora.
Ni ha resultado una obra de teatro al uso, ni un recital, ni un concierto. Ha sido un poco de todo y un poco de nada de esas tres formas. El objetivo siempre será sembrar inquietud, en este caso por una autora que nos parece aun por descubrir con el horizonte que le corresponde. Con que hayamos contribuido tan solo un poco a este propósito, nos damos por más que satisfechos.
Rubén López